Están compuestas de polímeros orgánicos. Se caracterizan porque tienen una densidad menor, lo que las hace muy ligeras. Son más blandos y más propensos a rayarse que sus contrapartidas minerales. Esto se solventa en la actualidad con tratamientos endurecedores que colocan una película de material resistente al rayado sobre su superficie. Las lentes orgánicas son dos veces más resistentes a la rotura que la materia mineral. Protegen de la radiación ultravioleta y sirven para todo tipo de monturas.