Las operaciones de miopía, hipermetropía o astigmatismo, pueden producir un resultado indeseado, bien por la aparición de ectasias corneales o deslumbramientos, o bien por una regresión en la graduación con el paso del tiempo.

En estos casos, la solución es volver a usar gafas o lentes de contacto. La adaptación de éstas últimas se hará “a medida” tras un estudio detallado de la topografía corneal y de la película lagrimal modificadas tras la cirugía. Las lentes de contacto “estándar” en la mayoría de los casos no servirán y habrá que recurrir a diseños especiales tanto con lentes hidrófilas como con las lentes de gas-permeable.